Israel Aerospace Industries, suministra a Marruecos drones de ataque conocidos como ‘kamikaze’ por valor de 22 millones de dólares.
A cambio de normalizar las relaciones con Israel, Rabat obtuvo el reconocimiento de su disputada soberanía sobre el Sáhara Occidental ocupado desde 1975, tanto por parte de Israel como de Washington.
Marruecos busca incrementar el control militar sobre el territorio del Sáhara Occidental en el que todavía se mueve la resistencia del Frente Polisario.
Su adquisición constituye una amenaza estratégica para otros países limítrofes como Argelia y España. Esta presencia conducirá a una escalada armamentista que puede afectar a nuestro país.
El rearme y la amistad con EEUU
Marruecos lleva varios años armándose para así consolidar su supremacía militar. Está reforzando su ejercito reintroduciendo el servicio militar obligatorio, en una especie de pique con Argelia que puede comprometer a España, según el informe del «Instituto de Seguridad y Cultura» que nos alerta de que la integridad territorial de España pueden verse seriamente amenazados en el futuro.
Es un dron de la clase Harop de 2,5 metros de largo y 3 metros de anchura que puede volar hasta 7 horas y más de 1.000 kilómetros con una carga de 20 kg de explosivos.
De esta forma, Estados Unidos afianza su posición en la zona como potencia, consintiendo a su aliado marroquí y debilitando al resto de países de la región.
Que dos países vecinos de España puedan entrar en una situación prebélica, o al menos de alta hostilidad, debe ser una prioridad para la seguridad nacional y requiere un análisis específico.
El F-35 frente al Eurofighter
Marruecos sigue rearmando sus Fuerzas Armadas con cazas F-35 (considerado el mejor caza del mundo), blindados “Abrams”, helicópteros “Apache”, baterías antimisiles, buques o drones, el citado reconocimiento por parte de EE UU además le otorga beneficios diplomáticos y económicos muy importantes.
Por un lado, diplomáticamente supone un refuerzo en el “pulso que mantiene con la Unión Europea”, tanto por la explotación de las aguas del Sáhara occidental como por la aspiración de extender su Zona Económica Exclusiva “invadiendo” aguas de Canarias.
Al sentir el apoyo estadounidense Marruecos no dudó en volver a exigir Ceuta y Melilla.
Según los expertos “a largo plazo el rearme marroquí podría presentar un desafío a la capacidad militar española”. Y no solo en lo militar, pues además de sus proyectos de infraestructuras, que podrían afectar a puertos españoles como los de Algeciras, Valencia y Barcelona, sus ambiciones políticas y territoriales se traducen en que “tanto los intereses económicos como la integridad territorial de España pueden verse seriamente amenazados en el futuro”.
Instituto de Seguridad y Cultura