La ECM de Álex Gómez-Marín

Álex Gómez-Marín es un físico teórico del CSIC «Centro Superior de Investigaciones Científicas» jefe del laboratorio de Comportamiento de Organismos en el Instituto de Neurociencias de Alicante. En esta ocasión, cuenta como vivió su ECM (experiencia cercana a la muerte), y lo que dice te sorprenderá.

¿Qué te pasó?

– Pues, aparentemente, algo no muy problemático. No lo sabía entonces, ¿no? Pero perdí mucha sangre durante muchos días por unas venitas en el estómago, casi cuatro litros me tuvieron que reponer. Yo entonces me fui quedando muy débil hasta que me tuvieron que intervenir para cerrar esa herida. Por eso estuve al borde de la muerte, no por un accidente de tráfico gravísimo, ni estuve en coma ni nada, es lo que me pasó; es un incidente que hace 50 años me habría muerto, ahora si te lo encuentran, en media hora te lo resuelven. En mi caso, pues, estuvo entre una cosa y otra.

¿Que viste?

– Me vi a mí mismo pero no en un túnel, que es horizontal, yo estaba en un pozo y miraba hacia arriba, donde entraba mucha luz y se asomaban tres figuras que venían como a recibirme.

– Entonces yo sentí que si les pedía ayuda para salir del pozo, pues que me iba al otro barrio, al otro mundo, y que si no, pero que si les decía ‘no gracias, ahora no, todavía no’, pues me quedaba. Y eso fue lo que pasó, dicho así, a lo mejor fueron 10 segundos aunque, como en los sueños, no sabes si fueron 10 segundos o una hora, pero sí tuve esa sensación de estar en un umbral.

¿Fue como un sueño borroso?

– Eso también depende de cada uno como sueña, hay gente que tiene sueños muy vívidos y los describe con mucho detalle y yo no, normalmente, no, pero a mí me estaba claro dónde estaba y lo que estaba haciendo. Y, aunque ya te digo que no sucedieron cosas mucho más estrambóticas, ni se me aparecieron ángeles ni miles de colores, ni un viaje por el universo con mucho detalle, pero lo que estaba pasando estaba bastante claro para mí en aquel momento, estaba en ese pozo y había luz al otro lado, y si salía no volvía y si me quedaba, sí.

¿Y eras consciente de que te estabas muriendo?

– No sé, ahora yo te lo cuento con mi recuerdo y mi interpretación es un poco inevitable, pero no, no creo que fuera consciente de que me estuviera muriendo, pero sí que tuve la lucidez de saber, que luego podemos discutir qué fue eso realmente, pero en mi experiencia fue la lucidez de saber que si salía de ese túnel, de ese pozo, me moría, eso sí. No era algo que pensaba, era algo que sabía con seguridad. Sabía que si salía me moría.

¿Esas tres personas que afirmas haber visto en este proceso, quiénes eran?

– Sé quiénes son esas personas, pero nunca lo he contado porque he preferido preservarme algo de privacidad. Te avanzo que no eran sanitarios ni eran familiares, podríamos decir que eran figuras, guías, yo les llamo guías. Figuras a las que yo tengo un apego particular mío, yo les llamaría guías.

Se puede creer más o menos, todos podemos tener nuestras dudas, pero hay algo en común en las personas que han tenido estas experiencias, y es que no dudan lo que han vivido, tanto religiosos como ateos perciben que han estado en alguna parte más allá de los sueños lúcidos o posibles alucinaciones, un «umbral» entre dos realidades que los marca para siempre.

Fuente: el español – Emilio Martinez

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